Tipos y diferencias de conectores DVI y VGA
VGA:
El conector VGA es el utilizado normalmente para conectar la salida de nuestra tarjeta gráfica al monitor.
Aunque son conocidos como VGA (Video Graphics Array), realmente los conectores actuales no trabajan bajo el estándar VGA, que permite mostrar hasta un máximo de 256 colores de una paleta de 262.144 colores, con una resolución máxima de 720x480 y un refresco máximo de 70Hz, sino SVGA (Super Video Graphics Array), que permite unas resoluciones y paletas de colores muchísimo mayores, tal y como estamos acostumbrados.
Estos dos sistemas utilizan el mismo tipo de conector, denominado VGA D-sub de 15 pines.
Pero este tipo de conector, que para monitores del tipo CRT van bastante bien, no son capaces de suministrar la suficiente calidad de imagen cuando se trata de monitores TFT u otros tipos similares. Esto es debido a que, sea el tipo de tarjeta gráfica que sea, la conexión con el monitor se realiza de forma analógica. La profundidad de color se define mediante voltaje simple, por lo que en teoría un monitor SVGA o VGA (del tipo CRT o de Tubo de Rayos Catódicos) no tiene prácticamente límite en cuanto al número de colores que es capaz de mostrar.
El brillo de cada color se determina mediante una variación en la intensidad del rayo mientas este se desplaza por la línea correspondiente.
Pero esto no ocurre del mismo modo cuando se trata de in monitor TFT, que como sabemos son los que se utilizan mayoritariamente en la actualidad. Y esto es así porque este tipo de pantallas no utilizan este sistema de rayos catódicos, sino que trabajan con una matriz de píxeles, y hay que asignar un valor de brillo a cada uno de ellos.
Esto se hace mediante el decodificador, que toma muestras de entrada de voltajes a intervalos regulares. Este sistema plantea un problema cuando tanto la fuente emisora (en este caso la tarjeta) como la receptora (en este caso el monitor TFT) son digitales, ya que obliga a tomar este muestreo del centro mismo del píxel, para evitar de este modo ruidos y distorsiones del color. Esto provoca, entre otras cosas, que tanto el tono como el brillo de un píxel se pueda ver afectado por los de los píxeles que hay a su alrededor.
Como funciona:
La Tarjeta Gráfica y la RAM trabajan la información de video en formato digital, pero necesitan un conversores de digital a analógico (DAC), el llamado RAMDAC. Un conversor que transforma la señal digital con que trabaja la tarjeta gráfica en una salida analógica que pueda entender el monitor y que se transmite por el VGA.
En la conversión se pierde información de los píxeles y por tanto calidad, pero dependerá de el RAMDAC de la tarjeta gráfica que sea mayor o menor está perdida.
El DVI:
Con el conector DVI esto ya se hace de otra manera porque es capaz de transmitir los datos de forma digital. Así que cada bit es el encargado de darle la información a cada pixel de nuestro TFT. No hace falta decir que para que nuestra pantalla tenga su máxima calidad debemos usarla en su resolución nativa, eso es, la resolución en la que cada pixel de salida corresponde con su pixel en pantalla. Además, el DVI está libre de los ruidos y distorsiones inherentes en las señales analógicas.
Cada enlace DVI consiste de cuatro pares trenzados de hilos (uno con un código de color de rojo, azul y verde y uno para una señal de reloj) para transmitir 24 bits por píxel. La señal del reloj es prácticamente la misma que la de la señal de vídeo analógica, mientras que la imagen es enviada electrónicamente línea por línea con intervalos de corte que separa cada línea y el marco, sin ningún tipo de compresión.
Los tipos de DVI existentes son tres:
DVI-D transmite sólo digital.
DVI-A transmite sólo analógica.
DVI-I transmite tanto señal digital como analógica.
A su vez, los tipos DVI-D y DVI-I pueden ser duales (DL o Dual Link), es decir, que pueden admitir dos enlaces. Como imaginaréis lo normal es que usemos el DVI-D dual link.


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